jueves, 17 de junio de 2010

Amuse Bouches

"Nació el Floresta durante una tarde de otoño de 1988. Su madre la esperaba con ansias, su padre también. Tuvo una infancia con traumas escolares y momentos felices. Su adolescencia fue efervescente y dramática, trágica y emocionante, como debía ser. Llegó a la juventud con dudas, experiencias y sueños.
Aún hoy sigue buscando respuestas.
Aún hoy sigue aprendiendo.
Aún hoy sueña con que las cosas cambien."

Johana Palomé



"(...)Ya no escribo, no dibujo, no actúo, ni canto. Cambie la birome, la carbonilla, el cuaderno, el teatro y el micrófono por un despertador, un reloj, libros de diversas cátedras, un jefe, un sueldo y el infaltable transporte público como materiales tangibles de la obra de todos los días que represento en las cotidianas escenas del teatro de mi vida.
Pero siempre que puedo, siempre que mi alma parece que quiere salir de los límites del hueso y de la carne, me pego una escapada en los dias de ocio para que se abran telones de otros colores. Y asi no perder la costumbre de decir, cada vez que me mando una de las mías, las palabras celebres de mi abuelo “los artistas somos así”."

Valeria Ramirez



"De ninguna manera empezaría esta brevísima autobiogonía aquel 11 de agosto de 1989 a las 8 de la mañana. Y menos que menos poniendo el acento en la devota a quien debo mi nombre, bueno, el que me dicen. La verdad es que no tengo esa memoria, y entre más hondo escarbo para encontrar algún gran recuerdo de esos primeros días y de esa tierna infancia, más me pierdo en la duda de cuánto tiene de real y cuanto de invento. Así es que por esa razón, creo que soy desde que tengo conciencia, y creo que soy aquel conjunto de memorias, las verdaderas, las inventadas, las adaptadas por pura conveniencia, y las vergonzosas incontables. Eso soy yo, un sinnúmero de aventuras y viajes que, quien sabe si por pura casualidad o sin más remedio, me hacen estar hoy acá, consciente, viva, escribiendo lo que podría, por qué no, ser una brevísima historia sin fin."

Clara Cosentino




"Con sólo 6 años, a través de simples palabras sueltas aprendí a fantasear con nuevos mundos. Escribir se convirtió en algo de todos los días. (...)
A me media que escribía describía los cambios en la manera de pensar, descubrí lo importante que era el amor en mi vida, como se relaciona con todo lo que es el día a día, y cómo puede lastimar también.
Los años pasaron, y las amistades cambiaban con ellos, las elecciones, todo cambiaba, pero es el día de hoy en que cumplo mis 20 años, que sigo manteniendo un habito al cual nunca renuncié, contar siempre con la compañía de una hoja y un lápiz, y comenzar escribiendo mi nombre, mi segundo nombre, mi apellido y terminar escribiendo conclusiones que no sabía ni sospechaba que tenía."

Magalí Iglesias




"Desde el comienzo de los comienzos de mi relación con la escritura, puedo recordar allá por el año 1994, en la escuela primaria donde descubrí un hecho que marco mi relación con la escritura para siempre.
Simplemente me di cuenta lo difícil que era ser zurda. Puesto que hasta entonces no lo había notado. En cierto modo creo que por haber concurrido a un jardín donde el aprendizaje se ejercía por medio de actividades lúdicas. De manera que después de tantos juegos, dibujitos y del uso de crayones para escribir, mi pequeña vida tuvo que dar un paso muy grande, el de escribir con birome. Para colmo esa experiencia no fue algo que me resultara fácil, claro está, sobre todo siendo que mis nuevos compañeros ya escribían desde jardín de infantes.
Para ilustrar la odisea de arrastrar palabra por palabra con mi puño, el resultado más notable fue una caligrafía desastrosa, la letra inclinada y temblorosa. De modo similar las mangas azules de mi guardapolvo blanco y las manchas en mi cuaderno a lunares, eran una prueba que lo había intentado.
Después de unos años los ganchos de mi carpeta número tres, y la implementación de lapicera de pluma volvían mi tarea casi imposible. Está fue mi ida por el arte de la escritura, a pesar de todo aprendí a escribir. Vale aclarar que se solucionaron mis problemas de escritura, un tiempo después, cuando deje de escribir en imprenta minúscula y con la implementación de nuevas tecnologías.
En fin, la escritura atraviesa la vida de cualquier persona, hasta de las personas que no saben leer ni escribir, particularmente me queda un largo camino por recorrer casualmente estoy aquí en el taller de escritura de Ciencias de la Comunicación para reconciliarme con la escritura."

Maite Pierri.